Periodo Intertestamentario
Al Período Intertestamentario se
lo conoce como el tiempo o periodo de silencio entre el Nuevo y el Antiguo
Testamento. Esto significa que fue entre el último de los profetas (Malaquías)
y el primero en el Nuevo Testamento que fue Juan el Bautista por el año 30 de
la era cristiana, eso encierra un tiempo de 450 años aproximadamente.
Dividimos este periodo en cuatro etapas
o sub-periodos:
1. Periodo persa
2. Periodo griego
3. Periodo
asmoneo (macabeo)
4. Periodo romano
Cuando Persia conquistó a Babilonia en
538 a. de C., ganó también control sobre el Estado judío. Los judíos, siendo
cautivos de Babilonia, cayeron bajo la jurisdicción de Ciro el Grande. Bajo
Ciro y los gobernantes siguientes, los judíos gozaron de muchos privilegios. No
sólo permitió Ciro que los judíos regresaran a su tierra, sino que también les
dio gran ayuda en esa tarea. Ellos recibieron protección durante su viaje de
regreso y asistencia financiera. El pueblo hebreo fue tratado justamente bajo
el gobierno de Persia, tanto en territorio persa como también en el suyo
propio. Desde luego, Israel no era libre, pero, mientras que reconociera la
supremacía de Persia y observara las leyes que lo gobernaban, no era molestado
ni tampoco sufría abuso alguno. Cuando el Antiguo Testamento
encuentra su finalización en el año 400 a. de C., las gentes hebreas de
Judea aún eran los súbditos de Persia. Esta situación fue continuada sin
resentimiento de parte de los judíos, hasta que el poder persa comenzó a
menguar y, finalmente, terminó con las rápidas conquistas hechas por Alejandro
el Grande de Grecia.
Cuando Alejandro Magno se posesionó de
Palestina (332 a.C), surgió para Israel una nueva amenaza y más insidiosa.
Alejandro estaba dedicado a la creación de un mundo unido por la lengua y la
cultura griegas, política seguida por sus sucesores. Esta política, llamada
helenización, marcó un impacto catastrófico en los judíos.
En la invasión a Palestina tuvo consideración
de los judíos, dejó intacta Jerusalén, y ofreció garantías a los judíos para
que se estableciesen en Alejandría. Según el historiador judío Flavio Josefo,
Dios le habría mostrado antes, en una visión, su entrada a Jerusalén, y también
habría preparado al sumo sacerdote judío para recibirlo en paz. En efecto,
cuando entró a Jerusalén le esperaban todos los sacerdotes con sus vestimentas
ceremoniales. Alejandro se postró delante del sumo sacerdote en reconocimiento
al Dios cuyo nombre éste llevaba inscrito en la frente. Los judíos mostraron a
Alejandro las profecías de Daniel que apuntaban a su persona, lo cual acabó por
convencer a Alejandro de su carácter de escogido. Siria y Egipto se
sometieron al joven conquistador sin resistencia.
Este hombre, destinado a influir en la
vida de millones de hombres y naciones enteras, comenzó su carrera con vigor
después de su ascenso al poder en 335-34 a. de C. Durante su corto reinado de
sólo 12 años, hizo más conquistas que cualquier otro antes de él. Alejandro extendió
su territorio hasta llegar a la lejana India, donde sus soldados se rebelaron;
allí terminó su loca carrera de conquista. Sin embargo, los éxitos de Alejandro
afectaron su carácter. Llegó a ser vanidoso e irracional y cedió a muchas
tentaciones que le rodeaban. Bebió en exceso y se contaminó con una fiebre que
le produjo la muerte en Babilonia en 323 a. de C. Murió siendo aún muy joven,
pero en pocos años "hizo historia para la historia".
Los judíos bajo Alejandro
Durante su carrera, Alejandro parecía
ser parcial con los judíos. Admiró sus cualidades excelentes y les dio la
ciudadanía en Alejandría y en otras ciudades, lo que era un privilegio para los
judíos. Aparentemente, los judíos nunca fueron víctimas de discriminación
durante todo el tiempo que Alejandro vivió. Alejandro posiblemente insistía en
que los judíos aceptaran su filosofía helénica; pero no hay prueba histórica de
ello. Después de la muerte de Alejandro, los judíos entraron en una era de
amargo sufrimiento, como vamos a ver en los párrafos siguientes de nuestros
relatos históricos.
Después de la muerte de Alejandro en 323
a. de C., no hubo ningún hombre lo suficientemente fuerte para mantener la
unidad en aquel vasto imperio. Este reino fue dividido, en el mismo año 323 a.
de C., entre cuatro de sus generales: Ptolomeo, Limaco, Casandro y Seleuco.
Palestina fue motivo de grandes codicias por parte de los seléucidas y los
ptolomeos.
Breve tiempo después de la división del
reino de Alejandro, Palestina cayó en poder de los ptolomeos de Egipto. El gobernador
era Ptolomeo Soter y al principio era muy severo en su trato con los judíos.
Más tarde llegó a comprender sus buenas cualidades y los trató con mayor
consideración. Muchos judíos obtuvieron posiciones de autoridad y de
prominencia. Soter fue sucedido por Filadelfo, quien también trató bien a los
judíos.
La Septuaginta
Durante el gobierno de Ptolomeo
Filadelfo, se produjo en Alejandría la famosa Septuaginta. Esta es una
traducción de las Escrituras del Antiguo Testamento del idioma hebreo al griego.
El helenismo llegó a dominar en el mundo mediterráneo hasta el extremo de que
aún los judíos dejaron de hablar la lengua hebrea y usaron el idioma griego.
Unos judíos devotos se dieron cuenta de que, si sus hijos iban a estudiar las
Escrituras en el futuro, entonces había que traducir todo ese texto sagrado al
idioma griego. Este fue en evento muy significativo puesto que todo aquel que
entendía la lengua griega, podía leer ahora las divinas Escrituras. En 198
a. C., Antíoco III el Grande reconquistó Palestina para los seléucidas. Poco
después el rey Antíoco IV Epifa-nes, enemigo acérrimo de los judíos, hizo un
esfuerzo salvaje y decidido para exterminarles a ellos y a su religión. (Éste
se llamó a sí mismo “Teos Epífanes” – dios manifiesto). En el año 168 a.
C., luego de fracasar en una embestida a Egipto Antíoco desahogó su frustración
contra Jerusalén. Destruyó los muros de la ciudad, profanó el templo (que fue
llamado ‘Templo de Júpiter Olímpico’), sacrificó una cerda sobre el altar,
erigió un altar a Júpiter, prohibió el culto del templo y la circuncisión,
destruyó todos los ejemplares de la Escritura que fueron hallados, mató a todo
aquel que las poseyera, vendió como esclavos a miles de familias judías y
recurrió a toda forma imaginable de tortura para obligar a los judíos a que
renunciaran a su religión. Para los judíos de la época la figura de Antíoco
Epífanes cumplía con valores proféticos del libro de Daniel.
Durante los días más oscuros de la
persecución de Antíoco (167 a. de C.), se presentó un evento en Modín que dio
comienzo a la revolución. Apareció en la aldea un emisario de Antíoco para
probar la lealtad de las gentes hacia su rey. Construyó un altar a Zeus y
ordenó a Matatías y a sus hijos, siendo los ciudadanos directivos, ofrecer sacrificios
al dios pagano con la promesa de una recompensa muy grande y el favor del rey.
El sacerdote anciano, desde luego, rechazó la orden. Cuando se presentó un
hombre más joven para cumplir la orden, Matatías, incapaz de controlar su
enojo, avanzó y mató al hombre, luego mató al emisario del rey. Luego apeló a
todos los judíos leales a seguirle. Él y sus cinco hijos, juntamente con un
número de seguidores, huyeron a las montañas desde donde declararon la guerra
abierta contra Antíoco. Otros judíos fieles se juntaron a él hasta que obtuvo
un ejército regular con gran poder de combate. Judas, uno de sus hijos, tomó el
cargo de su parte, puesto que éste ya era demasiado anciano. Judas era capaz de
inspirar confianza; pudo planificar, era un gran luchador y tenía valor. Además
era intrépido y pujante. Podía aparecer y desaparecer como el rayo. Judas
Macabeo llegó a ser el militar más espléndido de su raza. Era preciso tener un
hombre así para alcanzar la independencia de los seléucidas. Esto dio origen
a la revuelta de los Macabeos, una guerra que duró veinticuatro años (166-142
a.C.) que culminó con la independencia de Judá hasta que los romanos tomaron el
control en 63 a.C.
El triunfo de la familia de los
Matatías, sin embargo, fue una victoria pírrica. Con la muerte de su hijo
menor, Simón, la dinastía asmonea que habían fundado se convirtió en un régimen
aristócrata, helenístico, que en ocasiones no podía distinguirse de los
seléucidas. Durante el gobierno del hijo de Simón, Juan Hircano, los judíos ortodoxos
que habían ayudado a los macabeos, cayeron en desgracia. Con pocas excepciones,
el resto de los asmoneos apoyaron a los judíos helenizantes. Los fariseos
fueron de hecho perseguidos por Alejandro Janeo (102-76 a.C.)
La dinastía asmonea llegó a su
fin cuando, en 63 a.C., un Imperio Romano que se expandía intervino en el
conflicto entre los dos hijos de Janeo, Aristóbulo II e Hircano II. Pompeyo, el
general que conquistó al Oriente para Roma, se tomó a Jerusalén después de un
sitio de tres meses en la zona del templo, con la masacre de sacerdotes que
realizaban sus obligaciones y la entrada al Lugar Santísimo. Este sacrilegio
comenzó el dominio romano de una forma tal que los judíos no olvidarán ni
perdonarán.
PERÍODO PERSA 450-330 a.C
Después del tiempo de Nehemías,
los persas controlaron Judá por unos 200 años, pero a los Judíos se les
permitió continuar observando sus tradiciones religiosas y no se les molestó.
Durante este período los sumos sacerdotes dirigieron a Judá, quienes tenían
la responsabilidad del gobierno de la nación
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410 a.C
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Malaquías 430 a.C
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400
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390
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380
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370
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360
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350
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340
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330
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334-323 Alejandro Magno conquista el Oriente
330-328 Años de poder de Alejandro
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Gobierno de Alejandro Magno
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320
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320 Tolomeo I Sóter conquista Jerusalén
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PERÍODO HELÉNICO 330-166 a.C
En el año 333
a.C., Alejandro Magno derrota a los ejércitos persas destacados en Macedonia.
Estaba convencido de que la cultura griega sería la fuerza que unificaría el
mundo. Alejandro les permitió a los judíos que guardaran sus leyes e incluso
les eximió del pago de tributos e impuestos durante sus años sabáticos.
Cuando construyó Alejandría en Egipto, animó a los judíos a vivir allí y les
dio algunos de los mismos privilegios que les concedió a sus súbditos
griegos. La conquista de los griegos preparó el camino para que en 250 a.C.
se tradujera el AT al griego (versión de la Septuaginta)
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Gobierno de los tolomeos de Egipto
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310
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311 Seleuco conquista Babilonia; comienza la
dinastía seléucida
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300
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290
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280
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270
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260
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250
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240
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230
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220
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226 Antíoco III el Grande de Siria doblega a
Palestina
223-187 Antíoco se convierte en el
gobernante seléucida de Siria
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210
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200
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Gobierno de los seléucidas de Siria
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190
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198 Antíoco derrota a Egipto o obtiene el
control de Palestina
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180
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170
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175-164 Antíoco IV Epífanes gobierna Siria;
se prohíbe el judaísmo
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PERÍODO ASMONEO 166-63 a.C
Cuando comenzó este período
histórico, los judíos sufrieron una gran opresión. Los tolomeos
fueron tolerantes con los judíos y con sus prácticas religiosas, pero
los gobernantes seléucidas decidieron helenizarlos. Ordenaron la destrucción
de reproducciones de las Escrituras y promulgaron leyes de una crueldad
extrema. Los judíos oprimidos se sublevaron, bajo la dirección de Judas
Macabeo.
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Dinastía asmonea
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160
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167 Matatías y su hijo se rebelan contra
Antíoco; comienza la revuelta macabea
166-160 Liderazgo de Judas Macabeo
160-143 Jonatán es sumo sacerdote
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150
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140
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142 Se purifica la torre de Jerusalén
142-134 Simón se convierte en sumo
sacerdote; se establece la dinastía asmonea
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130
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134-104 Juan Hircano expande la
independencia del estado Judío
103 Gobierno de Aristóbulo
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120
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110
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100
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102-76 Gobierno de Alejandro Janeo
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90
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80
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70
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75-67 Gobierna Salomé Alejandra con Hircano II como sumo
sacerdote
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60
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66-63 Batalla entre Aristóbulo II e Hircano
II
63 Pompeyo invade Palestina; comienza el
gobierno de Roma.
63-40 Gobierna Hircano II, pero es súbdito
de Roma
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PERÍODO ROMANO 63 a.C.
En el año 63 a.C., el general romano
Pompeyo capturó a Jerusalén, quedando las provincias de Palestina sometidas a
Roma. Parte del tiempo se le confió el gobierno nacional a príncipes y el
resto a procuradores nombrados por los emperadores. Herodes el Grande era el
gobernador de toda Palestina cuando nació Jesús
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Herodes el Grande 1 como rey; súbdito de
Roma
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50
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40
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40-37 Los partos conquistan Jerusalén
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30
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37 Jerusalén sitiada durante seis meses
32 Derrota de Herodes
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20
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10
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19 Comienza el templo de Herodes
16 Herodes visita a Agripa
4 Muerte de Herodes; Arquelao le sucede
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10
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20
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30
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