lunes, 26 de junio de 2017

Periodo Intertestamentario o periodo de silencio



Periodo Intertestamentario

 Al Período Intertestamentario se lo conoce como el tiempo o periodo de silencio entre el Nuevo y el Antiguo Testamento. Esto significa que fue entre el último de los profetas (Malaquías) y el primero en el Nuevo Testamento que fue Juan el Bautista por el año 30 de la era cristiana, eso encierra un tiempo de 450 años aproximadamente.
Dividimos  este periodo en cuatro etapas o sub-periodos:
1.     Periodo persa
2.     Periodo griego
3.     Periodo asmoneo (macabeo)
4.     Periodo romano
Cuando Persia conquistó a Babilonia en 538 a. de C., ganó también control sobre el Estado judío. Los judíos, siendo cautivos de Babilonia, cayeron bajo la jurisdicción de Ciro el Grande. Bajo Ciro y los gobernantes siguientes, los judíos gozaron de muchos privilegios. No sólo permitió Ciro que los judíos regresaran a su tierra, sino que también les dio gran ayuda en esa tarea. Ellos recibieron protección durante su viaje de regreso y asistencia financiera. El pueblo hebreo fue tratado justamente bajo el gobierno de Persia, tanto en territorio persa como también en el suyo propio. Desde luego, Israel no era libre, pero, mientras que reconociera la supremacía de Persia y observara las leyes que lo gobernaban, no era molestado ni tampoco sufría abuso alguno. Cuando el Antiguo Testamento encuentra su finalización en el año 400 a. de C., las gentes hebreas de Judea aún eran los súbditos de Persia. Esta situación fue continuada sin resentimiento de parte de los judíos, hasta que el poder persa comenzó a menguar y, finalmente, terminó con las rápidas conquistas hechas por Alejandro el Grande de Grecia. 
 Cuando Alejandro Magno se posesionó de Palestina (332 a.C), surgió para Israel una nueva amenaza y más insidiosa. Alejandro estaba dedicado a la creación de un mundo unido por la lengua y la cultura griegas, política seguida por sus sucesores. Esta política, llamada helenización, marcó un impacto catastrófico en los judíos.
En la invasión a Palestina tuvo consideración de los judíos, dejó intacta Jerusalén, y ofreció garantías a los judíos para que se estableciesen en Alejandría. Según el historiador judío Flavio Josefo, Dios le habría mostrado antes, en una visión, su entrada a Jerusalén, y también habría preparado al sumo sacerdote judío para recibirlo en paz. En efecto, cuando entró a Jerusalén le esperaban todos los sacerdotes con sus vestimentas ceremoniales. Alejandro se postró delante del sumo sacerdote en reconocimiento al Dios cuyo nombre éste llevaba inscrito en la frente. Los judíos mostraron a Alejandro las profecías de Daniel que apuntaban a su persona, lo cual acabó por convencer a Alejandro de su carácter de escogido.  Siria y Egipto se sometieron al joven conquistador sin resistencia.    
Este hombre, destinado a influir en la vida de millones de hombres y naciones enteras, comenzó su carrera con vigor después de su ascenso al poder en 335-34 a. de C. Durante su corto reinado de sólo 12 años, hizo más conquistas que cualquier otro antes de él. Alejandro extendió su territorio hasta llegar a la lejana India, donde sus soldados se rebelaron; allí terminó su loca carrera de conquista. Sin embargo, los éxitos de Alejandro afectaron su carácter. Llegó a ser vanidoso e irracional y cedió a muchas tentaciones que le rodeaban. Bebió en exceso y se contaminó con una fiebre que le produjo la muerte en Babilonia en 323 a. de C. Murió siendo aún muy joven, pero en pocos años "hizo historia para la historia".
Los judíos bajo Alejandro
Durante su carrera, Alejandro parecía ser parcial con los judíos. Admiró sus cualidades excelentes y les dio la ciudadanía en Alejandría y en otras ciudades, lo que era un privilegio para los judíos. Aparentemente, los judíos nunca fueron víctimas de discriminación durante todo el tiempo que Alejandro vivió. Alejandro posiblemente insistía en que los judíos aceptaran su filosofía helénica; pero no hay prueba histórica de ello. Después de la muerte de Alejandro, los judíos entraron en una era de amargo sufrimiento, como vamos a ver en los párrafos siguientes de nuestros relatos históricos.
Después de la muerte de Alejandro en 323 a. de C., no hubo ningún hombre lo suficientemente fuerte para mantener la unidad en aquel vasto imperio. Este reino fue dividido, en el mismo año 323 a. de C., entre cuatro de sus generales: Ptolomeo, Limaco, Casandro y Seleuco. Palestina fue motivo de grandes codicias por parte de los seléucidas y los ptolomeos.
Breve tiempo después de la división del reino de Alejandro, Palestina cayó en poder de los ptolomeos de Egipto. El gobernador era Ptolomeo Soter y al principio era muy severo en su trato con los judíos. Más tarde llegó a comprender sus buenas cualidades y los trató con mayor consideración. Muchos judíos obtuvieron posiciones de autoridad y de prominencia. Soter fue sucedido por Filadelfo, quien también trató bien a los judíos.
La Septuaginta
Durante el gobierno de Ptolomeo Filadelfo, se produjo en Alejandría la famosa Septuaginta. Esta es una traducción de las Escrituras del Antiguo Testamento del idioma hebreo al griego. El helenismo llegó a dominar en el mundo mediterráneo hasta el extremo de que aún los judíos dejaron de hablar la lengua hebrea y usaron el idioma griego. Unos judíos devotos se dieron cuenta de que, si sus hijos iban a estudiar las Escrituras en el futuro, entonces había que traducir todo ese texto sagrado al idioma griego. Este fue en evento muy significativo puesto que todo aquel que entendía la lengua griega, podía leer ahora las divinas Escrituras. En 198 a. C., Antíoco III el Grande reconquistó Palestina para los seléucidas. Poco después el rey Antíoco IV Epifa-nes, enemigo acérrimo de los judíos, hizo un esfuerzo salvaje y decidido para exterminarles a ellos y a su religión. (Éste se llamó a sí mismo “Teos Epífanes” – dios manifiesto). En el año 168 a. C., luego de fracasar en una embestida a Egipto Antíoco desahogó su frustración contra Jerusalén. Destruyó los muros de la ciudad, profanó el templo (que fue llamado ‘Templo de Júpiter Olímpico’), sacrificó una cerda sobre el altar, erigió un altar a Júpiter, prohibió el culto del templo y la circuncisión, destruyó todos los ejemplares de la Escritura que fueron hallados, mató a todo aquel que las poseyera, vendió como esclavos a miles de familias judías y recurrió a toda forma imaginable de tortura para obligar a los judíos a que renunciaran a su religión. Para los judíos de la época la figura de Antíoco Epífanes cumplía con valores proféticos del libro de Daniel.




Durante los días más oscuros de la persecución de Antíoco (167 a. de C.), se presentó un evento en Modín que dio comienzo a la revolución. Apareció en la aldea un emisario de Antíoco para probar la lealtad de las gentes hacia su rey. Construyó un altar a Zeus y ordenó a Matatías y a sus hijos, siendo los ciudadanos directivos, ofrecer sacrificios al dios pagano con la promesa de una recompensa muy grande y el favor del rey. El sacerdote anciano, desde luego, rechazó la orden. Cuando se presentó un hombre más joven para cumplir la orden, Matatías, incapaz de controlar su enojo, avanzó y mató al hombre, luego mató al emisario del rey. Luego apeló a todos los judíos leales a seguirle. Él y sus cinco hijos, juntamente con un número de seguidores, huyeron a las montañas desde donde declararon la guerra abierta contra Antíoco. Otros judíos fieles se juntaron a él hasta que obtuvo un ejército regular con gran poder de combate. Judas, uno de sus hijos, tomó el cargo de su parte, puesto que éste ya era demasiado anciano. Judas era capaz de inspirar confianza; pudo planificar, era un gran luchador y tenía valor. Además era intrépido y pujante. Podía aparecer y desaparecer como el rayo. Judas Macabeo llegó a ser el militar más espléndido de su raza. Era preciso tener un hombre así para alcanzar la independencia de los seléucidas.  Esto dio origen a la revuelta de los Macabeos, una guerra que duró veinticuatro años (166-142 a.C.) que culminó con la independencia de Judá hasta que los romanos tomaron el control en 63 a.C.
   El triunfo de la familia de los Matatías, sin embargo, fue una victoria pírrica. Con la muerte de su hijo menor, Simón, la dinastía asmonea que habían fundado se convirtió en un régimen aristócrata, helenístico, que en ocasiones no podía distinguirse de los seléucidas. Durante el gobierno del hijo de Simón, Juan Hircano, los judíos ortodoxos que habían ayudado a los macabeos, cayeron en desgracia. Con pocas excepciones, el resto de los asmoneos apoyaron a los judíos helenizantes. Los fariseos fueron de hecho perseguidos por Alejandro Janeo (102-76 a.C.)
   La dinastía asmonea llegó a su fin cuando, en 63 a.C., un Imperio Romano que se expandía intervino en el conflicto entre los dos hijos de Janeo, Aristóbulo II e Hircano II. Pompeyo, el general que conquistó al Oriente para Roma, se tomó a Jerusalén después de un sitio de tres meses en la zona del templo, con la masacre de sacerdotes que realizaban sus obligaciones y la entrada al Lugar Santísimo. Este sacrilegio comenzó el dominio romano de una forma tal que los judíos no olvidarán ni perdonarán.               

PERÍODO PERSA 450-330 a.C
   Después del tiempo de Nehemías, los persas controlaron Judá por unos 200 años, pero a los Judíos se les permitió continuar observando sus tradiciones religiosas y no se les molestó. Durante este período los sumos sacerdotes dirigieron a Judá, quienes tenían la responsabilidad del gobierno de la nación
410 a.C
 Malaquías 430 a.C
400
390
380
370
360
350
340
330
334-323 Alejandro Magno conquista el Oriente
330-328 Años de poder de Alejandro
Gobierno de Alejandro Magno
320
320 Tolomeo I Sóter conquista Jerusalén
  
PERÍODO HELÉNICO 330-166 a.C
   En el año 333 a.C., Alejandro Magno derrota a los ejércitos persas destacados en Macedonia. Estaba convencido de que la cultura griega sería la fuerza que unificaría el mundo. Alejandro les permitió a los judíos que guardaran sus leyes e incluso les eximió del pago de tributos e impuestos durante sus años sabáticos. Cuando construyó Alejandría en Egipto, animó a los judíos a vivir allí y les dio algunos de los mismos privilegios que les concedió a sus súbditos griegos. La conquista de los griegos preparó el camino para que en 250 a.C. se tradujera el AT al griego (versión de la Septuaginta) 
Gobierno de los tolomeos de Egipto
310
311 Seleuco conquista Babilonia; comienza la dinastía  seléucida
300
290
280
270
260
250
240
230
220
226 Antíoco III el Grande de Siria doblega a Palestina
223-187 Antíoco se convierte en el gobernante seléucida de Siria 
210
200
Gobierno de los seléucidas de Siria
190
198 Antíoco derrota a Egipto o obtiene el control de Palestina
180
170
175-164 Antíoco IV Epífanes gobierna Siria; se prohíbe el judaísmo 

PERÍODO ASMONEO 166-63 a.C
   Cuando comenzó este período histórico, los judíos sufrieron una gran opresión.   Los tolomeos fueron tolerantes con los judíos y con sus prácticas religiosas,   pero los gobernantes seléucidas decidieron helenizarlos. Ordenaron la destrucción de reproducciones de las Escrituras y promulgaron leyes de una crueldad extrema. Los judíos oprimidos se sublevaron, bajo la dirección de Judas Macabeo.  
Dinastía asmonea
160
167 Matatías y su hijo se rebelan contra Antíoco; comienza la revuelta macabea
166-160 Liderazgo de Judas Macabeo
160-143 Jonatán es sumo sacerdote
150
140
142 Se purifica la torre de Jerusalén
142-134 Simón se convierte en sumo sacerdote; se establece la dinastía asmonea
130
134-104 Juan Hircano expande la independencia del estado Judío
103 Gobierno de Aristóbulo
120
110
100
102-76 Gobierno de Alejandro Janeo
90
80
70
75-67 Gobierna Salomé Alejandra con Hircano II como sumo sacerdote
60
66-63 Batalla entre Aristóbulo II e Hircano II
63 Pompeyo invade Palestina; comienza el gobierno de Roma.
63-40 Gobierna Hircano II, pero es súbdito de Roma

PERÍODO ROMANO 63  a.C.
  En el año 63 a.C., el general romano Pompeyo capturó a Jerusalén, quedando las provincias de Palestina sometidas a Roma. Parte del tiempo se le confió el gobierno nacional a príncipes y el resto a procuradores nombrados por los emperadores. Herodes el Grande era el gobernador de toda Palestina cuando nació Jesús 
Herodes el Grande 1 como rey; súbdito de Roma
50
40
40-37 Los partos conquistan Jerusalén
30
37 Jerusalén sitiada durante seis meses
32 Derrota de Herodes
20
10
19 Comienza el templo de Herodes
16 Herodes visita a Agripa
4 Muerte de Herodes; Arquelao le sucede
10
20
30



No hay comentarios.:

Publicar un comentario