Limitaba por el norte con
fenicia y Siria por el sur, con el desierto del Sinaí; por el este, con el
desierto de Arabia; y por el oeste, con el mar Mediterráneo.
1. Descripción
Palestina comprende unos 25000 km2
de superficie. Está atravesado por el río Jordán, que recorre de norte a sur.
Este río nace en el monte Hermón y desagua en el mar Muerto,
a 400 metros bajo el nivel del mar. En
el mar Muerto no existe vida animal ni vegetal, porque sus aguas están cargadas
de sal y betún. Sus orillas demuestran haber tenido gran actividad volcánica,
la que es relacionada con la tradición bíblica con la desaparición de Sodoma
y Gomorra.
La mayor parte de su territorio es árido o desértico; pero sus colinas están cubiertas de bosques, como los montes Tabor, Nebo y los Olivos. Su clima es caluroso y seco. Sus suelos son propicios para el pastoreo y el cultivo de vid, higuera y olivo. Sus tierras fértiles son escasas y se localizan a lo largo del río Jordán.
En la antigüedad, Palestina comprendía tres regiones: Galilea, al norte, con su capital Nazaret; Samaria, al centro, con su capital Samaria; y Judea, al sur, con su capital Jerusalén.
2. Evolución histórica
2.1 Antecedentes históricos
Los primeros habitantes que se
establecieron en Palestina fueron los cananeos, de origen semita,
aproximadamente en el tercer milenio a.c. Estos pobladores primitivos tuvieron
que soportar los ataques constantes de las tribus del desierto que ambicionaban
sus tierras, por su fertilidad, hasta que en los siglos XIV y XV a.C. tuvieron
que ceder al avance de la cultura hebrea.
Los hebreos o judíos formaban
una tribu de raza semita que vivía en la región de Ur, en el valle de la
Mesopotamia. 2000 años antes de Cristo abandonaron la región de Ur y se
trasladaron a Siria. Algunas tribus avanzaron llevando sus rebaños y se
infiltraron en la región de Canaán, donde recibieron el nombre de hebreos, que
significa: “desde allá, el que viene del más allá del Eufrates”. Posteriormente
algunas tribus judías, aprovechando la conquista de Egipto por los Hicsos,
semitas como ellos, se instalaron en el delta del río Nilo, donde permanecieron
durante 500 años. Después de la expulsión de los Hicsos, los israelitas quedaron
en cautiverio, obligados a trabajos forzados y perseguidos, por los
egipcios.
2.2 Periodos de su historia
El pueblo hebreo, a través de su
historia, ha pasado por tres períodos: el de los Patriarcas, el de
los Jueces y el de los Reyes.
2.2.1 Período de los
Patriarcas
Se llama así al período en que las tribus
hebreas eran gobernadas por los ancianos a quienes se les llamaban patriarcas. El
Patriarca era el jefe, y como tal, ejercía la máxima autoridad sobre las
personas y bienes. También era el padre, juez, sacerdote y jefe del ejército.
Entre los patriarcas destacaron: Abraham, Isaac, Jacob, José y Moisés.
Entre los patriarcas destacaron: Abraham, Isaac, Jacob, José y Moisés.
a. Abraham
Abraham fue el primer patriarca.
Nació en la ciudad de Ur, en Mesopotamia. La biblia nos relata que a los 75
años este patriarca oyó la voz de Dios, que le ordenaba abandonar la tierra de
Ur para conducir a su pueblo a la tierra prometida o país del
Canaán. Los historiadores aseguran que dicho acontecimiento ocurrió en el reinado
de Hammurabi, hacia el años 2050 a.C.
b. Jacob
Jacob fue hijo de Isaac y Rebeca,
llamado también Israel, que quiere decir el que lucha con Dios. Se
casó en Caldea y se trasladó a Palestina. Tuvo 12 hijos. Ellos fueron los
fundadores de las 12 tribus de Israel. Uno de ellos, llamado José, era el que
tenía todas las preferencias de su padre, lo que generó la envidia de sus
hermanos, quienes lo vendieron a unos mercaderes. Estos, a su vez, lo vendieron
a Putifar, funcionario egipcio.
En cierta ocasión, el faraón Apopi había soñado que siete vacas gordas eran devoradas por siete vacas flacas. Ante el fracaso de los mejores adivinos del imperio, José interpretó acertadamente este sueño, manifestando que a siete años de abundancia, en el que se tendría que reservar los excedentes de cosecha, le seguirían otros siete años de sequía y miseria. El faraón maravillado por la interpretación lo nombró ministro. Después de algunos años, llegó la hambruna y miseria anunciadas. Un día, José reconoció a sus hermanos que habían llegado en busca de granos. Este también se hizo reconocer, los perdonó y los mandó que trasladasen a su anciano padre Jacob, para instalarlo en las fértiles tierras del delta del río Nilo.
En cierta ocasión, el faraón Apopi había soñado que siete vacas gordas eran devoradas por siete vacas flacas. Ante el fracaso de los mejores adivinos del imperio, José interpretó acertadamente este sueño, manifestando que a siete años de abundancia, en el que se tendría que reservar los excedentes de cosecha, le seguirían otros siete años de sequía y miseria. El faraón maravillado por la interpretación lo nombró ministro. Después de algunos años, llegó la hambruna y miseria anunciadas. Un día, José reconoció a sus hermanos que habían llegado en busca de granos. Este también se hizo reconocer, los perdonó y los mandó que trasladasen a su anciano padre Jacob, para instalarlo en las fértiles tierras del delta del río Nilo.
c. Moisés
Los israelitas se multiplicaron en
Egipto y debido a su origen despertaron odio y recelo de los faraones. Fueron
sometidos a la esclavitud y a realizar trabajos forzados, como la construcción
de gigantescos templos, palacios, pirámides y caminos. En estas circunstancias
apareció Moisés para liberar a su pueblo.
La Biblia manifiesta que el faraón
ordenó, ante el incremento del pueblo hebreo que fueran sacrificados los recién
nacidos. Una mujer de la tribu de Levi escondió a su hijo en una cesta embreada
y lo depositó en el río Nilo, en el lugar en que acostumbraba bañarse la hija
del faraón. La referida princesa encontró el cesto con el niño, dispuso su
rescate y le puso el nombre de Moisés, que quiere decir salvado de las
aguas.
Cuando este patriarca tenía cuarenta años, Dios se le apareció y le ordenó liberar a los hijos de Israel del yugo egipcio.
Cuando este patriarca tenía cuarenta años, Dios se le apareció y le ordenó liberar a los hijos de Israel del yugo egipcio.
La partida del pueblo hebreo hacia
el desierto del Sinaí hasta la “tierra prometida”. En el viaje, Moisés
consolidó el monoteísmo religioso con la que hace que su pueblo crea en un solo
Dios al recibir los 10 mandamientos de Jehová en el monte Sinaí.
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